Los cables de fibra óptica son una tecnología que permite transmitir señales de luz a través de un núcleo de vidrio y una capa de revestimiento. Estas señales de luz pueden transportar información a largas distancias y con alta velocidad. Sin embargo, los cables de fibra óptica no son todos iguales. Dependiendo del entorno en el que se utilicen, pueden tener diferentes características y requerir diferentes tipos de protección. En este artículo, vamos a explicar las diferencias clave entre los cables de fibra óptica de interior y de exterior, así como sus aplicaciones y ventajas.
¿Qué son los cables de fibra óptica de interior?
Los cables de fibra óptica de interior son aquellos que se utilizan principalmente en entornos cerrados, como edificios, oficinas o centros de datos. Estos cables tienen una menor resistencia a la tracción y una capa protectora más delgada que los cables de fibra óptica de exterior, lo que los hace más ligeros y económicos. Sin embargo, también los hace más vulnerables a factores ambientales como la humedad, el polvo o las interferencias electromagnéticas.
Los cables de fibra óptica de interior se componen de un núcleo de fibras ópticas que se agrupan en un cable con una funda protectora de plástico. Algunos cables de fibra óptica de interior también pueden tener una capa protectora adicional, como una malla metálica o una armadura de plástico, para aumentar su resistencia mecánica o su inmunidad a las interferencias. Los cables de fibra óptica de interior se utilizan para conectar dispositivos de red dentro de un mismo edificio o entre edificios cercanos, así como para el cableado horizontal o vertical de las instalaciones.
¿Qué son los cables de fibra óptica de exterior?
Los cables de fibra óptica de exterior son aquellos que se utilizan principalmente en entornos abiertos, como carreteras, puentes, tendidos aéreos o submarinos. Estos cables tienen una mayor resistencia a la tracción y una capa protectora más gruesa que los cables de fibra óptica de interior, lo que los hace más duraderos y resistentes a factores ambientales como la temperatura, la humedad, los rayos UV, los roedores o las tensiones mecánicas.
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Los cables de fibra óptica de exterior se componen de un núcleo de haces de fibras ópticas que se cubren con una funda protectora y una chaqueta. Algunos cables de fibra óptica de exterior también pueden tener una capa protectora adicional, como una armadura de metal o una cinta de acero, para aumentar su protección contra el agua, el fuego, los cortes o los impactos. Los cables de fibra óptica de exterior se utilizan para conectar redes entre edificios distantes o entre redes remotas, así como para instalaciones exteriores como enterramiento directo, conducto, instalaciones aéreas o submarinas.
¿Qué diferencias hay entre los cables de fibra óptica de interior y de exterior?
Las principales diferencias entre los cables de fibra óptica de interior y de exterior se pueden resumir en los siguientes aspectos:
Modelos y aplicaciones
Los cables de fibra óptica de interior y de exterior tienen diferentes modelos y aplicaciones según sus características y requisitos. Por ejemplo, los cables de fibra óptica de interior suelen ser del tipo GJFJV, que se utiliza para el cableado de edificios o como puente de cables ópticos.
Cubierta exterior y practicidad
Los cables de fibra óptica de exterior tienen una cubierta exterior más gruesa y robusta que los cables de fibra óptica de interior, lo que les confiere una mayor resistencia y protección. Sin embargo, también los hace más pesados y difíciles de manejar. Los cables de fibra óptica de interior tienen una cubierta exterior más delgada y flexible que los cables de fibra óptica de exterior, lo que les permite adaptarse mejor a los espacios reducidos y a las curvas. Sin embargo, también los hace más sensibles a los daños y a las interferencias.
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