Estudios recientes han evidenciado, que la relación de la vida cotidiana y el uso la tecnología, tal como la conocíamos antes de la pandemia, ya no volverá a ser igual. Consultoras como trendsity encargadas de medir el impacto de la pandemia en ámbitos como la digitalización, y la implementación de las ciudades inteligentes muestran un nuevo panorama post pandemia. En donde factores como el coworking, la domótica, y la bioarquitectura, tomaran la delantera al momento de la creación y planificación de las ciudades inteligentes.
Una invitación al desarrollo más verde
Tras las largas cuarentenas que se vivieron en el mundo, se implementó un cambio en el chip de las personas de cómo se intercambia desde la ciudad con lo natural. Las ciudades inteligentes presentan propuestas donde se le da prioridad al cuidado energético, a la conexión de los ciudadanos con el entorno verde. A través del uso de la tecnología se pretende crear espacios como parques y locales más naturales, dentro de las ciudades. Además, que se busca la manera de que a través de bioarquitectura y otros modelos avanzados las huertas caseras ocupen un mayor lugar en el día a día, logrando que se implementen los cultivos urbanos o comunitarios.
La CEO de Trendsity, explicó, que lo que se busca al implementar las ciudades inteligentes, es un impacto positivo en pro de espacios donde el desarrollo, la sustentabilidad, el diseño urbano y el bienestar común, se conviertan en el contexto de todos los hogares. El fin de esta propuesta no pretende dejar sin humanos las ciudades, sino, que sean los humanos quienes sepan aprovechar y disfrutar de lo que las ciudades inteligentes puedan brindarles.
Las ciudades inteligentes entran a todos los hogares
En la puesta en escena de todos dentro de nuestros hogares, la dinámica y relación con el espacio físico cambió. Es por esto que las ciudades inteligentes ingresan a nuestros hogares con propuestas como la domótica que facilitan la vida tanto dentro de las casas como fuera de ellas. Estos sistemas que buscan implementarse para acciones como control de electrodomésticos, o monitoreo de seguridad, han tomado mayor fuerza una vez que hubo que retornar de a poco, a la vida en la presencialidad.
La movilidad es otro de los sectores donde las ciudades inteligentes aportaron, para un mejor funcionamiento. Y con el retorno a lo presencial, la experiencia se vuelve más grata, una vez que los medios de transporte público pueden brindar la información de horarios de partida y de llegada, duración de recorridos y cualquier demora o emergencia en tiempo real, al alcance de la mano de todos los usuarios. Así como, se debieron mejorar los diseños para el uso de medios de transporte como la bicicleta, que permiten la movilidad individual, para crear lo que algunos llamas “ciudad de los 15 minutos”.
Trabajar en el hogar, vivir en el trabajo
Una vez que todos estuvimos adentro de nuestros hogares, la línea que había entre separar el espacio de trabajo y el hogar, fue físicamente rota. Ahora al no tener que transportarse de forma diaria al trabajo, se pretende crear espacios de coworking con todas las comodidades que se proponen las ciudades inteligentes. Estos espacios pretenden cubrir las necesidades digitales eficientes y de calidad, para que las personas tengan disponible a la vuelta de casa un lugar que los separe de lo que es el hogar para vivir, y la oficina para trabajar.
La instauración de modelos de trabajo bimodales es una realidad post pandemia, y desarrollar mejoras tanto de las herramientas de trabajo, como del entorno habitable, hacen parte de los desafíos que asumió la creación de ciudades inteligentes. Queda claro además, que estos lugares van a estar diseñados de manera amigable con la naturaleza, y creando bienestar emocional para las personas que van a ocuparlos.
